¿Por qué no nos desconectamos más seguido?

A veces pasamos en la vida como si fuéramos entes, haciendo lo que tenemos que hacer y nada más. No hay nada más triste y patético que eso.

Si bien a desconectarnos me refiero a salir de la rutina, a caminar durante la noche, salir de viaje a un lugar improvisado o simplemente, dejar de pensar en las cosas que pensamos normalmente. Me ocurrió el día de hoy, un día de esos malos y no porque tenga problemas, si no porque simplemente empiezas a dudar de cosas que sentías seguras.

Hoy me desconecté, dejé mi celular por un rato y me metí en mi mundo, el mundo que me gusta; Pensar, ver unos conciertos de mis bandas favoritas, hacer posts, retomar la plática sincera con mis mejores amigos, los cuales en mi caso, se encuentran a miles de kilómetros de distancia. Son de esos momentos que realmente valoras y que disfrutas a pesar de que el trabajo te abruma, que estás a fin de mes y no ves por dónde rescatarlo, y de repente una inyección de emoción y ánimo que pocas veces puedes encontrar en otro lugar y que te motivan a hacer mejor todas esas cosas del día a día.

Si bien siempre he pensado que tengo mejores amigos de los que merezco, hoy lo he comprobado por millonésima vez, no importan donde se encuentren, puedes contar con ellos cuando más lo necesitas. Gracias, en verdad… ¡Gracias!

Es inevitable sentirse mal algunas veces, lo peor que puedes creer es que te quedarás en ese estado.

¡Desconéctate! Las veces que sea necesario, en verdad toma un tiempo para ti, para volver a pensar en todo eso que te motiva a seguir adelante y a hacer las cosas que para ti son importantes.

En este caso, decidí compartirlo, por que me funciona y estoy seguro a todos ustedes también les funcionará.

¡Buenas noches!

Deja un comentario